miércoles, 28 de septiembre de 2016

El globo

Me bastó conocerte un lunes,
para echarte de menos el domingo.
Después del baile del viernes,
ya lo tenía asumido.

Asumí que tú no eres un verano efímero,
ni el globo que se escapa de la mano de un niño.
Era yo el que estaba perdido
y desatado de cualquier hilo.

Si en esto de conquistar
siempre he sido un don Juan,
ya no quiero más literatura
que no sea la que sale de tu figura.

Quiero que seas el único perro
que se lleve bien con los gatos,
así tendremos siete vidas,
siempre que no las muerdas.

Quiero ser tu único equipaje,
y componer una canción
que diga que fuimos felices,
a pesar de no comer perdices.

Si alguna vez me dejas de querer,
pídeme que me vaya y lo haré.
Pero si me quieres, dímelo,
porque llegando tarde se pierde el tren.